La esperada nochebuena ha llegado y en medio de tantos estragos la única opción es recibirla con lo mucho o lo poco que tenemos. Cada individuo tiene su forma particular de celebrar esta esperada fecha, aunque en los niños es un caso de punto y aparte.
Particularmente en la Costa Norte de la República Dominicana el espíritu de la navidad suele ser mas vivo, ya que la necesidad de movimiento es contagiosa tanto para el que esta como para el que llega, más aun por que aquí abundan las parrandas, una tradición que no muere y no da tregua. Se reúne un grupo de músicos para visitar a sus amigos en horas de la madrugada, haciendo ruido y despertando al pueblo entero.
En el caso de los que llegan lógicamente turistas se sienten como en casa, todo esto gracias a la hospitalidad por la cual se caracteriza un buen dominicano. Esta es la gran temporada en las Zonas Turísticas y en menor auge para las demás zonas.
Aunque la Nochebuena es una fecha importante, no por los banquetes, sino porque éstos son un ritual de reunión familiar, cada familia debe recordar que dar gracias a Dios es siempre y no solo en esa noche para que sea el su huésped de navidad y por el resto de sus días.
Y recuerda siempre que “la Navidad será del color que tengas tú en el corazón”.
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