Sonntag, 17. August 2008

La Asociacion de Hoteles y Turismo del Caribe exalta las virtudes del destino turístico Dominicano

El presidente de la CHTA destacó que existen en el país casi 30 campos de golf, cinco marinas, cuatro parques temáticos, una oferta cultural atractiva y una gastronomía diversa y de gran calidad. “Una oferta que se complementa con atractivos adicionales como las rutas ecológicas o la existencia de siete aeropuertos internacionales”, aseguró.

“Es evidente que República Dominicana no es ya el paraíso del ‘todo incluido’; la isla oferta hoy un producto hotelero que en los últimos años ha pasado de ser muy bueno a excelente, y de excelente a lujoso”, argumentó. Enrique E. de Marchena, presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo del Caribe (CHTA), ha hecho un llamamiento a la colaboración entre sector público y privado para afrontar un entorno global de competencia afectado por la crisis internacional, y ha destacado las virtudes de la planta hotelera y los servicios generales de la República Dominicana.
“Para hacer frente a esta situación hay que logar una integración total entre Gobierno y empresarios, crear una agenda única, intereses comunes que garanticen la inversión nacional y extranjera en el sector turístico”.Acelerar los procesos de aprobación de los proyectos para que la inversión se materialice en el menor tiempo posible, con la consecuente generación de riquezas y de empleos, así como integrarse a los esfuerzos del Caribe como destino turístico principal para los EE UU, son otros de los retos que señala Marchena. "La idea es, pues, vender la marca más conocida, que es el Caribe para posteriormente competir por el turista que llega a nuestra región", añadió.
También indicó que República Dominicana deberá a su vez resolver problemas que aún le restan competitividad, como la situación con la electricidad, aumentar la formación y capacitación del personal, así como continuar mejorando las infraestructuras.El Caribe, como destino turístico, lo integran un total de 30 islas. Todas bañadas por el mismo mar pero todas diferentes.
Por Darys Manuel Polanco.

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