ÁRBOLES, FLORES, AGUA, MUEBLES Y OTROS ELEMENTOS PUEDEN TRANSFORMAR EL ÁREA EXTERIOR DE LA CASA

La belleza y el buen cuidado de una casa pueden advertirse desde antes de penetrar a su interior. Un jardín que evoque el paisajismo y un patio que inspire frescura y alegría, hacen que poco importe la decoración por dentro. Para lograr esta impresión es necesario dotar el área exterior de un buen diseño, no importa lo sencilla o pomposa que sea.

Alicia Bermejo, una paisajista venezolana que ha realizado varios trabajos en el país, asegura que el primer paso a dar es saber con qué se cuenta en materia de terreno y presupuesto, así como qué es lo que se quiere y el tipo de decoración.

La paisajista comenta que hay que evitar colocar los árboles, las plantas o flores de un modo casual. Siempre hay que apostar al equilibrio y la belleza del resultado final. Agua, muebles, piedras e iluminación ayudan.

Si se tienen los conocimientos adecuados para lograr un paisajismo, es factible lograr un efecto de agrandamiento, a través de la correcta utilización de todos los elementos que componen el área exterior.

Pero sobre todo “tenemos que tener claro que el diseño del jardín o patio, no se puede realizar sin tener en cuenta el contexto en el que se encuentran”, puntualiza.

Aunque regularmente cuando se quiere lograr un verdadero trabajo de paisajismo se recurre a un profesional del área, Alicia Bermejo admite que con un poco de imaginación y un gran entusiasmo y fuerza de voluntad, es posible crear un diseño al estilo que le guste a la persona.

Dice que aunque el diseño puede realizarse según el terreno o los materiales que se deseen emplear, existe una serie de aspectos a respetar. Cita que uno de ellos es que, alrededor de una construcción, el jardín ha de combinar con las líneas rectas y los ángulos que la definen.

No hay que hacer una gran inversión para obtener un paisajismo impresionante en el jardín o el patio de la casa. Es suficiente poner en marcha un plan de acción basado en la necesidad de la persona, el área y los recursos disponibles para lograr un buen diseño.

Claro, “cuando hablo de recursos no necesariamente tiene que tratarse de dinero. A veces tenemos unos tarros que no usamos, unas plantas a las que no le hemos sacado partido, un mueble que perfectamente se puede colocar a la intemperie y, en fin, muchos objetos que podemos usar para la decoración del área exterior sin tener que gastar”.

Es asunto de disponerse a embellecer el espacio y, si es preciso, buscar datos sobre cómo decorarlo para lograr un buen trabajo. Los colores juegan un papel muy importante, pero deben escogerse con mucho cuidado para que no compitan con la naturaleza que, siempre debe ser la protagonista de un área exterior. El uso de la iluminación, también realzará la belleza de un jardín, pero ¡cuidado! Hay que saber cómo se colocan, dónde se colocan y cuál es la apropiada según el área Antes de hacer cualquier bosquejo de lo que será el área, hay que tener a mano un estudio de suelo que diga qué resiste y qué no. Explica que una vez conocidas las características hay que adaptarse a ellas al momento de empezar a plantar.

En los casos de que haya un jardín previo y se pretenda modificar, es conveniente tener en cuenta las plantas o árboles y la estructura del jardín anterior para aprovechar al máximo todos los elementos posibles.

Asimismo, considera que hay que pensar en otros factores, como son la presencia habitual de niños y animales o si se pretende instalar una piscina o cualquier otro elemento ornamental. Entiende que cuando el jardín va a pertenecer a una casa y el terreno está todavía sin construir, es conveniente que el arquitecto y el diseñador elaboren un proyecto conjunto casa-jardín, para que las vistas desde la misma se relacionen con la zona verde y no desentone una cosa frente a la otra.

El paso siguiente es el empleo de la tierra donde se va a construir para nivelar el terreno del jardín. En la parte más alejada de la construcción, es posible plantar árboles antes de la finalización de ésta, para que se vayan adaptando al terreno.

La paisajista señala que el elemento más destacado de cualquier jardín es el césped, cuyo total crecimiento finaliza a los 12 ó 18 meses de haber sido sembrado. En ocasiones se puede recurrir a la plantación con grava.

También hay que tener en cuenta que en los terrenos bajos el jardín puede sufrir inundaciones, por lo que es conveniente aterrazar para que las plantas puedan desarrollar sus raíces por encima del agua. Las condiciones de luz, suelo, temperatura o humedad son los principales factores para la elección de las plantas que van a integrar un jardín, confirma la profesional.