Mittwoch, 21. Mai 2008

Constanza seduce al visitante por ser un lugar único en el Caribe


Quien ha visitado la zona estará de acuerdo en que lo tiene todo. Tiene la tranquilidad que ya olvidaron las ciudades; cultivos con los que el resto del Caribe sólo sueña, como manzanas y melocotones; campos de flores multicolores, ríos, saltos y manantiales de belleza incomparable; casitas de montaña con chimenea por si el termómetro marca bajo cero, y lo mejor: acoge el centro del país y el de la isla.

Entre la riqueza de la reserva científica Ébano Verde y las montañas de los parques nacionales Juan Bautista Pérez Rancier, José del Carmen Ramírez y José Armando Bermúdez reposa Constanza, el más próspero de los municipios de La Vega, que resume en su tímido espacio enorme riqueza histórica, clima de ensueño, paisajes que roban el aliento y gente de trato tan dulce como las fresas de sus campos.

No en vano ha sido por años el destino turístico favorito de todos los dominicanos. De los turistas que llegan cerca del 90 por ciento es local, y se acerca para disfrutar sus bondades paradisíacas: clima, la tranquilidad, la belleza de los paisajes y las actividades ligadas al ecoturismo.

“La incidencia de turistas extranjeros es baja porque no tenemos la calidad en cuanto a transporte para recibir turismo masivo”, explica al respecto Tactuck, quien apunta que la mayoría de visitantes que llega del exterior lo hace de manera independiente, no en grupos o paquetes. Sólo se reciben grupos (usualmente procedentes de Francia, Alemania e Inglaterra) de entre 10 y 16 personas, que deciden conocer Constanza seducidos por sus atractivos naturales y la posibilidad de unos días lejos de la contaminación urbana.

Constanza, ubicada a 3,900 pies sobre el nivel del mar, conjuga en su territorio cuatro valles intramontanos: el valle de Constanza, de Tireo, de La Culata y Valle Nuevo, siendo el de Constanza el más alto, característica que le ha legado un clima templado perfecto para la agricultura, actividad productiva de primer orden.

Muchos de los vegetales que consumimos vienen de allí, entre ellos zanahoria, ajo, cebolla, lechuga, repollo, remolacha... Siendo un valle pequeño, Constanza produce el cuatro por ciento del producto interno bruto de RD.

En el valle de Tireo los múltiples colores de la tierra, que van desde un intenso rojo cobre hasta el negro profundo, testifican la fertilidad del terreno. En todo el municipio no hay tierras improductivas.

Pero más allá de la relevancia económica de sus rubros, las labores agrícolas son parte imprescindible del perfil y el carisma de Constanza, muchas de ellas incluso conservan técnicas artesanas como el arado con bueyes o la recolección manual. Además, observar la división correcta de los sembradíos y su contraste con las montañas da sensación de placidez.

“Pretendemos que en unos años Constanza se convierta en el centro del ecoturismo nacional”, dice Tactuck. La región recibe mil beneficios por estar enclavada entre tres parques nacionales y una reserva.

Para empezar, cuenta con más del 35 por ciento de las especies endémicas, tanto en flora como en fauna, lo que la convierte en paraíso de los ecologistas. Pero también están sus ríos, arroyos, saltos y manantiales, responsables de la perenne fertilidad de sus suelos.

Es posible hacer senderismo, pasear a caballo o en fourwheel, observar la naturaleza, beber agua y respirar aire puro y disfrutar de un clima único.

Todo esto y mucho más nosotros lo podemos poner a tu alcance...llamanos 809 571-2275

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