Los organizadores del Festival Brugal del Merengue que se realizará en la puntilla del malecón de esta localidad del 26 al 28 del presente mes de septiembre. Ya se impusieron discriminatorias restricciones a los ayudantes de los periodistas y camarógrafos locales que cubrirán ese evento.
Aunque la carta de invitación indica que “les estamos suministrando carnet de prensa para un desenvolvimiento más cómodo y efectivo dentro del área del Festival que les facilite el desempeño de sus labores como comunicador”.
Aunque la carta de invitación indica que “les estamos suministrando carnet de prensa para un desenvolvimiento más cómodo y efectivo dentro del área del Festival que les facilite el desempeño de sus labores como comunicador”.
Continuando con el tono admonitorio y desconsiderado de la comunicación, Brugal les hacer saber a los comunicadores puertoplateños que recibieron carnet de identificación para cubrir el Festival Brugal que no se permitirá que lleven menores al área del evento.
A pesar del carácter filípico de la invitación, los organizadores del Festival Brugal del Merengue les dicen de manera sañuda y cínica a los periodistas en la invitación que “se sentirán honrados de que disfruten el evento”.
Cabe destacar que estas restricciones forman parte del rosario menospreciador de los profesionales de la comunicación de Puerto Plata, a la mayoría de los cuales consideran incapaces e indignos de ser contratados como animadores o como periodistas y prefieren traerlos de Santiago, Santo Domingo, Puerto Rico y hasta de Nueva York.
La contratación de Frank Cabrera, más que un reconocimiento a éste excelente locutor, es una forma de desprecio, porque se le relega al desempeño de un rol de relleno, que apenas le permitirá balbucir algunas palabras en cada una de las tres jornadas de este Festival.
Brugal debió haber contratado a tres de los mejores locutores y un periodista locales para que laboraran junto con los profesionales que la empresa contrató para hacer el trabajo de animación y para el trabajo periodístico.
Creemos que estas contrataciones no alterarían mucho el presupuesto de un evento en cuyo montaje la Casa Brugal y la Secretaría de Estado de Turismo invertirán la friolera de 9 millones de pesos.
El Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) deben actuar ante este desplante, este golpeo humillante y este menosprecio incalificable en que incurren por enésima vez los organizadores del Festival Brugal del Merengue.
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